Popcorn se concibe como una casa funcional, cuya configuración gira en torno a un patio central que actúa no solo como organizador del programa, sino también como un conector con su entorno inmediato, explorando el paisaje a través de él. Ubicada en el barrio de Terralagos, Canning, Buenos Aires, la casa se configura con una volumetría de apariencia minimalista, definida por ángulos rectos, implantada en forma exenta, con una laguna como remate trasero.

La primera planta, encapsulada en un sólido volumen, marca la llegada a la vivienda. Esta alberga todas las funciones públicas, desde el living-comedor hasta las habitaciones de huéspedes. Una doble altura atraviesa el volumen y conforma el sector social de la casa, sobre el cual se ubican la cocina y la vista al espejo de agua del contrafrente. En ella, la cocina, ubicada estratégicamente y abarcando todo el ancho de la planta, se vuelve protagonista gracias a su conexión constante con el exterior.

En el segundo nivel, fluyendo a través del vacío de doble altura, se organiza la zona de dormitorios. Divididas en dos alas que separan la habitación principal del resto de los dormitorios, ambas se conectan mediante un puente que balconea al sector social de la casa. Acompañando la parte privada, una kitchenette y un lavadero optimizan su funcionamiento.

En su ejecución se buscaron materiales atemporales, siendo el Tundra Grey el protagonista de la casa. Tonalidades grises se mezclan con maderas, buscando generar calidez. A la hora de seleccionar el mobiliario, se optó por un lenguaje constituido por líneas limpias y confortables, muchas de ellas desarrolladas por Fontenla. En cuanto a las mesas y mesadas, se eligieron piedras de Dekton en una paleta cromática similar.